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Según los datos más recientes, Chile está dentro de los 40 países del mundo que más porno consumen. La cifra podía no ser tan espectacular, pero teniendo en cuenta que no está entre los más poblados del planeta, ni mucho menos, las cosas ya empiezan a encajar. Hay una gran pasión por el porno en Chile, especialmente en estas últimas décadas, donde el cine para adultos ha vivido una gran revolución gracias a Internet. No es de extrañar que muchas de las páginas más visitadas desde territorio nacional tengan que ver con el sexo y el erotismo. Lo que sí que llama la atención es el hecho de que a pesar de esa gran afición, no existan productoras importantes en el país. Al menos no hasta la aparición de Vitiux hace un par de años, convirtiéndose en la punta de lanza de una industria que parecía imposible en Chile.

El porno mueve miles de millones de dólares cada año, pero es cierto que mucha de esa capitalización termina en manos gringas, especialmente en la industria estadounidense. Ocurre como con el cine comercial y Hollywood, que concentra buena parte de los estrenos más taquilleros. La industria del porno se ha expandido muchísimo en los últimos tiempos gracias a la democratización que han permitido las nuevas tecnologías. Sin embargo, el poder todavía lo tienen algunas empresas estadounidenses y como mucho, algunas pocas europeas. En Latinoamérica se consume mucho porno, pero el que se hace apenas tiene trascendencia. La gente de Vitiux quiere cambiar eso a través de un modelo muy especial en su propia plataforma. Saben que hay mercado, y que solo tiene que saber cómo acercarse a los usuarios con porno de calidad. La aventura de esta pequeña productora, que está empezando a llamar la atención  ya a nivel  internacional, es sin duda digna de mención. Si bien su contenido no es tan masivo como el de otras productoras internacionales, su manera de hacer las cosas les ha permitido destacarse.

Un sector no muy explotado

Cuando hablamos de la industria del porno nos referimos principalmente a lo que se hace en Estados Unidos, meca de este tipo de cine y mercado más importante. Incluso cuando hay chicas que destacan en otros países latinos o europeos, terminan yendo a Estados Unidos para convertirse en estrellas. El sector está tremendamente explotado en ese sentido porque podemos encontrar miles de páginas y plataformas dedicadas al sexo y al porno. Onlyfans ha terminado por poner la puntilla a este método, ofreciendo la posibilidad a los creadores de contenido de trabajar por su cuenta, sin necesidad de productoras. Hoy en día es muy fácil hacer porno y llegar a los fans, pero no tanto conseguir que se vea realmente profesional. Y es ahí donde Vitiux ha planteado buena parte de sus esfuerzos.

La creación de Vitiux

Vitiux nace como una idea de negocio de dos empresarios, Francisco Ramírez y Cristian Jiménez, que toman la decisión de abrir la primera productora porno profesional del país. Hasta el momento, en Chile solo existían pequeñas productoras que aparecían y desaparecían, grababan unas pocas películas y terminaban quebrando. Ramírez y Jiménez estudiaron el mercado previo y entendieron que el problema había estado en no tomarse en serio un negocio que tenía muchas aristas. Grabar una película porno debía ser como un sueño cumplido para muchos, y podía resultar tremendamente rentable, pero también una vía directa hacia la bancarrota. Es por eso que estos dos compañeros decidieron concentrarse en profesionalizar el trabajo que iban a realizar, con medios muy buenos.

Así es como Vitiux nació a finales del año 2019, justo antes de una de las épocas más convulsas de nuestra historia. La valentía de estos dos empresarios, entrando en un negocio que ya estaba muy explotado desde fuera, les hizo destacar desde un primer momento. Eran productores, pero se alejaban de la imagen que muchos podrían pensar que tienen las personas que trabajan en el porno. Serios, formales y muy profesionales, se encargaron de conseguir un buen equipo tanto técnico como humano para grabar sus escenas. Apostaron por el porno amateur, pero rodado con calidad profesional. Chicos y chicas jóvenes, normalmente parejas, que tenían relaciones ante la cámara de una manera natural. Eran vídeos que podían funcionar, y de hecho, no se equivocaron.

Qué tipo de escenas ofrecen

Cuando Ramírez y Jiménez crearon la productora tenían muy claro el tipo de porno que iban a hacer. La industria cuenta con numerosas categorías donde poder desarrollarse, y aunque algunas productoras apuestan por cubrirlas prácticamente todas, parece que se tienda a la especialización. El centrarse en un tipo de escenas concretas ayuda también a crear una visibilidad mayor para tu productora, relacionándola con un tipo de porno. En el caso de Vitiux, las escenas son de porno amateur, es decir, de chicos y chicas inexpertos que se ponen por primera vez ante la cámara, o que acaban de empezar. Es habitual incluso que sean parejas las que se atrevan a probar suerte. Esto hace que los vídeos sean intensos y naturales.

A pesar de que el sexo es amateur, los medios son totalmente profesionales. Vitiux cuenta con sonidistas, iluminadores y cámaras que hacen que la escena tenga la misma calidad que si la hubieran rodado en el mejor estudio gringo. Esto también es un sello de calidad para la productora, que ha logrado competir de tú a tú con algunas de las más importantes, ofreciendo además un tipo de sexo que no se lleva tanto en Estados Unidos. Las personas que aparecen en estas escenas son gente real, que podrían ser nuestros vecinos o nosotros mismos. No todos tienen un pene gigantesco ni todas tienen un cuerpo esbelto y con curvas. Desde Vitiux también han apostado por la diversidad y por mostrar el sexo desde un punto de vista más realista y natural.

Un modelo cada vez más habitual

El porno sigue viviendo una revolución constante desde que Internet cambió por completo las reglas del juego. Hoy por hoy el acceso a este contenido es mucho más sencillo, y eso significa que estamos preparados también para ver el porno de otra forma diferente, más abierta, más natural. Son muchas las personas que pasan de ser simples consumidores a grabarse por su cuenta y subirlo a Internet. Hoy las herramientas nos permiten incluso ganar dinero sin necesidad de tirar de productoras. Y estas han tenido que actualizarse para ofrecer a sus usuarios contenido de mucha calidad, siendo esta la única forma en la que estamos dispuestos a pagar por él. No es sencillo, pero Vitiux está demostrando que si se quiere, se puede vivir del porno desde Chile.